Una nueva pintura desarrollada en la Universidad de Tokio podría terminar con el robo de información y de conexión a internet inalámbrica o WiFi. Esta pintura fabricada con óxido de aluminio y hierro funciona como un aislante para las frecuencias de la conexión WiFi, impidiendo así que la gente fuera del edificio tenga acceso a esta conexión. Esto podría ser muy útil para las empresas que desean tener una red inalámbrica interna y no quieren correr el peligro de que algún hacker descifre la contraseña y les robe la información. Aunque esta pintura suene a una genial idea, en mi opinión no tendrá mucho caso para el uso doméstico ya que con utilizar contraseñas o encriptar los datos de su red inalámbrica será más que suficiente. A este tipo de tecnología le veo más futuro en el uso militar o gubernamental, en dónde las medidas de seguridad nunca sobran.
Fuente: CrunchGear
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